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Visitando el pueblo natal
La lluvia de otoño es suave como
lágrimas,
gota sobre gota, el corazón es agrietado;
nadie del pasado queda en el pueblo,
los campos del hogar desolados hace largos tiempos.
Vienen y van ochocientos otoños,
quién podría saber quién soy;
cabeza inclinada, quemo unos pocos palitos de incienso,
hacia aquellos del pasado vuela el humo;
al regresar, el deseo queda cumplido,
vengo nuevamente para salvar a todos de regreso a casa.
17 de septiembre de 1997, en el pueblo natal de
Yue Fei
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